Será que la
Iglesia está protegida por algún espíritu protector, acaso el mismo que ampara a la Casa Real, o que la polémica generada en el Reino Unido carece de fundamentos sólidos. Sea como fuere, lo cierto es que la prensa suele tratar
adecuadamente ciertas noticias para no molestar ni a la Iglesia
Católica ni, por supuesto, a la
Monarquía española. Es como si existiera una especie de ley del silencio autoimpuesta, un acuerdo tácito para
no contribuir al deterioro de ambas...
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